La cuenta con dos titulares es un acuerdo mutuo que realizan dos personas para compartir sus finanzas, por lo que, a  cada una le corresponde la mitad del monto que la cuenta maneje, y por tanto, puede hacer uso de ella sin ningún problema.

Todo se hace bajo tutela legal y en fiel autorización de ambas partes, teniendo la libertad de sacar dinero tanto por cajero como por ventanilla, siempre y cuando sea la mitad para hacer las cosas de manera justa.

Ahora bien, si se llega a un punto en el que es una sola persona la que consigna el dinero y desea que la otra ya no disponga de esos bienes, hablamos de un trámite legal para que estos se demuestre y por tanto, pasar a tomar cartas en el asunto.

Una vez se demuestre que es una sola persona la dueña de los fondos, la cuenta se adaptará según las condiciones y solo permitirá que esa persona sea la que se encargue de retirar el dinero y hacer los movimientos financieros que desee con la cuenta, quitándole por completo la autorización a la otra persona.  

Hablamos de un acuerdo legal que se hace entre ambas personas para que el banco autorice que las dos puedan manejar la cuenta de forma libre, ese mismo contrato legal que será modificado si una parte demuestra que es la única que capacita el monto financiero y que por tanto, no desea que la otra siga haciendo uso de la cuenta.

Pero en términos generales, mientras exista acuerdo de compartir en partes iguales, las partes involucradas pueden disponer de manera libre del dinero guardado en la cuenta.

Ahora bien, tomando en cuenta que en una cuenta compartida ambas partes pueden disponer del dinero respetando la mitad, es importante comprender algunos eventos que se presentan y que muchas veces no se sabe qué hacer ante ellos.

Fallecimiento de uno de los dos titulares

Este es un tema muy importante, pues una vez fallecido uno de los dos titulares, la persona que queda en vida debe parar un momento sus retiros de dinero para tomar en cuenta lo siguiente.

Una vez fallecida la persona, su muerte debe ser notificada al banco a través del certificado de defunción, el acta de última voluntad, testamento y todo lo que el fallecido elaboró en vida para hacer repartición de sus bienes a sus herederos. 

En este sentido, hemos de comprender que la mitad del dinero queda completamente inmovilizado, tomando en cuenta que el otro titular solo puede disponer de la mitad que le corresponde sin tocar el adicional que se encuentra en la cuenta, además, las personas autorizadas en la vida de la persona quedan limitadas a no realizar ningún tipo de movimiento, hasta que se logre saber la última voluntad del fallecido con respecto a sus herederos.

También es importante comprender que al otro titular de la cuenta no le corresponde pagar lo asignado para el impuesto de sucesiones y las donaciones, esto es un trabajo única y exclusivamente destinado para los herederos. 

Embargo de la cuenta con dos titulares

Es importante comprender que la cuenta compartida es responsabilidad de las dos personas, por lo que, deben procurar ser responsables las dos y tener todo al día ambas partes iguales, ya que el error de una sola parte puede causar muchos problemas.

Con esto nos referimos a que la cuenta puede ser embargada si uno de los titulares se registra como deudor y no cumple con el saldo de la deuda a tiempo. El embargo es decisión y acción de la Administración Publica quien se encarga  de verificar todo aquello que no se haya cumplido, como la falta de pagos de impuestos, multas, o cualquier otro medio a través del cual uno de los titulares haya dejado de cumplir la ley bancaria.

Pero para hacer la cosa justa, se ha determinado que en el saldo de las deudas, el único implicado sea el deudor, es decir, que la parte de la otra persona no es afectada en ningún momento, indicando que el deudor tampoco puede dejar su parte en cero por la ley establecida de “Salario Mínimo Interprofesional”.      

Básicamente estas son las condiciones a seguir cuando hablamos del movimiento de una cuenta con dos titulares, tomando en cuenta que es una cuenta que se divide en partes iguales y que cada titular solo debe disponer de la mitad del dinero, la otra parte le corresponde a su compañero. 

Se necesita la documentación necesaria que indique la asociación, para que el banco permita a ambas partes retirar dinero de sus fondos sin problema alguno, tanto por cajero como por ventanilla.

De la misma manera, ambas partes están autorizadas a dejar la asociación si así lo quieren, demostrando de forma legal que la otra parte no cumple con sus funciones y que por tanto, el dinero solo es trabajo de uno solo.   

Y con respecto a los trámites legales, si una de las dos partes se convierte en deudor del banco, es esa parte la que debe responder por las multas, siendo su dinero el que será autorizado para el pago, la otra persona queda fuera de este cuento y puede disponer de su dinero sin problema alguno, tomando siempre en cuenta que le corresponde solamente la mitad de lo que está registrado allí. De esta manera hemos de comprender los límites y las libertades de las cuentas con dos titulares, para que no se nos presenten inconvenientes a la hora de manipular este tipo de asociación.

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